domingo, enero 08, 2017

Entre tus nalgas y lo escrito

Cuando la juventud se esconde entre los años
los ojos parecen ser su resistencia:
mirar, amar, como si aún tuvieras fuerza,
cómo si el latido aún fuera suficiente,
cómo si la pérdida resultara soportable,
como si los vivos supieran de los muertos algo más que el nombre de su sabor a tierra.

Como si tus nalgas aún tuvieran tacto.
Como si mis manos aún tuviesen la capacidad del tacto.
Como si tus labios aún tuviesen besos.
Como si mis dientes aún mordieran labios.

Como si lo escrito fuera sólo silencio.
Como si lo callado sólo sea lo escrito.