viernes, diciembre 23, 2016

Desgranamiento de los sueños ante cualquier circunstancia

Querer alertar a alguien suele ser un acto estúpido. Querer que alguien te preste atención -aunque sólo sea por su interés- suele resultar pretencioso. Intentar la comunicación requiere de una gran dosis de fe en el olvido: bucear en las aguas embarradas del Amazonas para buscar sirenas esquivando pirañas, caimanes y anacondas. Pero, ¿quién, si no, escuchará sus cantos?

Reclamo lo hermosamente estúpido como parte de lo humano. Comprender lo defectuoso del abrazo, lo imperfecto del llanto, lo amarillo del papel post-crito tras los años. La redondez de lo que fue agudo e hirió tanto. La locura de lo que fue sensato. La lucidez del pasado enajenado por la sangre de lo que fue íntimo y resulta, ahora, extraño.

Empleo el tiempo del alcohol en intentar plasmarlo, porque sé que los sueños se me escapan sin darme tiempo ni a grabarlos: expresarlos en voz alta los destruye a un ritmo aún más rápido.




(Hoy sí lo subió)

1 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Palabras de alcohol, palabras sinceras, las más directas, las más sinceras, las que menos duelen cuando son verdad, cuando se dicen con todo ese sentimiento que no somos capaces de decir sin él.

Un abrazo.

26/12/16, 18:50  

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