domingo, diciembre 18, 2016

De la respuesta etérea a los seres corpóreos

Ya sabes que sí,
ya lo has probado
porque mi saliva te condena
y tu sangre me libera de la muerte.

Aunque me hubiera gustado
poder morir mucho mucho antes.

              -en una abrazo sencillo
               entre lágrimas dulces.
               Una tumba aún no excavada
               debió de ser nuestro remanso-