domingo, agosto 23, 2015

Versión (muy) libre del salmo 102 (Oración del afligido)


Cuando escuchas lo que escribo
permites que te alcance
y me descubres tu rostro
aun cuando estoy afligido.

Mi vida se disipa con el humo,
mis huesos se consumen
y mi corazón decae
como la aridez se marchita entre la hierba.

Abrazo a la inanición mientras la piel
se adhiere a los huesos por el llanto:
soy un búho entre las ruinas del desierto
y sigo insomne.

Soy un ave solitaria en el tejado
amenazada por las águilas
que ni siquiera saben maldecir mi nombre.

Me alimento de ceniza mezclada con mis lágrimas,
después de aceptar tu vacuo enaltecimiento
para alimentar, luego, tu furor.

Cuando la sombra es la luz
las flores se malogran:
aunque tu nombre prevalezca y sea recordado.

Levántate y ten compasión del tiempo ya vencido
porque es hora del perdón,
del siervo que ama tu ruina,
que causa su dolor.

Si alguna nación tuviere rey
honrarán ambos a tu nombre
cuando oren desamparados
y te dignes a escucharlos
para que escriban a las próximas generaciones
que te deberán alabanza.

Cuando atiendas al lamento del prisionero
e indultes al que va a ser ajusticiado
proclamaré tu nombre
mientras la humanidad
se reúna en tu adoración.

Porque me quitaste las fuerzas a medio camino
me hiciste más fuerte.
Porque amenazas con acortarme la vida
la intensificas.

En tu eternidad, afirmaste al terremoto,
levantaste al cielo y su amenaza de extinción
mientras observarás nuevos apocalipsis
como quien cambia de traje después del vómito.

2 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Que belleza de escrito, por mas aflicción

25/8/15, 2:04  
Blogger Mar dijo...

"Cuando escuchas lo que escribo
permites que te alcance
y me descubres tu rostro
aun cuando estoy afligido."

Bellísimo poema Carz... cierro los ojos y a vees, sí, escucho lo que escribes y te siento afligido.
Un beso que te llegue al corazón.

18/11/15, 14:42  

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