sábado, diciembre 29, 2012

Desemborronando XI

En tu forma de frío

(algún día de octubre de 2010)

En tu barbilla apoyas las manos
como quien sonríe
con peso en los lados
-por eso te combas,
¿no te habías fijado?-

... y sigues pensando
¿por qué no has hablado?

Acaso ¿qué importa?
¿importa qué acaso?

Rubia, rubia, rubia

¿por qué te has callado?

un corro de niños
andan aún descalzos,

Rubia, rubia, rubia

¿por qué no has gritado?

andan los chiquillos
chillando en los patios


Rubia, rubia, rubia

en tu forma de frío
casi te has helado.

De la succión y del tiempo

¿Qué hice del don de la mirada?
 A. Pizarnik 




Quiero repalpitar el tacto
del amor marmóreo,

recomprender
-con más conocimiento-
los futuros errores
que fueron aciertos,

sustantivar adverbios de lugar
en gran parte del tiempo.

Quiero aprender a disfrutar
del retoque de memoria
para recomponer  olvidos,

de lo ajado de la piel
en el banco de  sueños,

del desgaste de las tintas
por la succión del viento.








 Song to the moon (Rusalka, Eva Urbanova), Anton Dvorak


domingo, diciembre 16, 2012

Es algo transitorio

la irrupción del vómito
como sobrecarga del "reviento"
mangueras que arramblan la neurona
al sumidero.

Nadie levantó la voz.

Ni el esparcido.

A la mortandad, mucho huído

El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por linternas sordas que dirigen sobre él los otros. 
(Ése poeta menor  segundo apellidado, Lorca)

Sin aire,
ni los ruidos llegan.

Miré a  los ángeles  
(previo al tratado de Onís)
mientras la familia Adam
convertía en napalm a los Vientanes
-porque hubo muchos-
y vi algo distinto.

Pero vi todos los tratados,
mercuriales y desnudos, 
pero vi el destino
y tuve que naufragar.

Tanto que al principio
me encontré en el fin
hasta que nada había
con qué llenar las tumbas

a base de latidos
me volví a desenterrar.

Desemborrronado X

Erosión diminuta (Babia, 25/11/03)

Cumpleaños de mi padre en el que ni le di un abrazo.

Cada camino sugerente
-inexplorado-
reduce poco a poco
las fronteras
que demarcan
al yo como persona.

Convertidos en mónadas errantes,
jinetes efímeros de dunas
entre la aridez y los oasis
sorteamos los ingenuos espejismos
de ausencias diminutas
como granos de arena
arrastrados por el viento
que, con esfuerzo,
erosionan la pasión por vivir
unos instantes.

(sigue Shostakovich)

Desemborronando IX

Hora triste (Babia, 21/11/03)


En la hora triste

que cierran los bares
quedamos siempre los mismos espectros:
ansiedad contenida
en el borde de un vaso
que intente el resguardo
del sueño temido. 

aparece que suena "04 - Dmitri Shostakovich - Piano quintet - Piano trio no.2 - Piano quintet in G minor, op.57; Intermezzo (Lento).wav"

Legiones de enfermedades me consuelan

Cuando quede irreversiblemente hastiado
¿en qué podré contar?

En la cirrosis,
en el cáncer de colon,
en diarreas,
en artritis reumatoide idiopática,
en Alzheimer olvidado,
en los pulmones liberados por células pequeñas.

Cuando quede irreversible enamorado
¿en qué podré contar?

 En el inevitable aliado que es la muerte.




domingo, diciembre 09, 2012

Afuera del polvo




Cogía de las estanterías un libro tras otro. ¿Por qué nadie decía nada? ¿Por qué no
alzaba nadie la voz por encima de la de los demás?

Jhon Fante, Prólogo de “Pregúntale al polvo”


Confundimos la voz con nuestro tono. Confundimos el polvo con nuestros desechos. O con nuestros anhelos.

Confundimos el polvo.

La desesperación se ha enterrado en muchas calles, en muchos arcenes, en definitiva, bajo poca tierra.

Supongo que nunca nadie habrá estimado el número de metros cúbicos de tierra necesarios para enterrar a los disidentes en los últimos cien años. Seguro que -por mero crecimiento vegetativo- es más del volumen necesario para enterrar al resto.

Supongo que el polvo no sabía demasiado para responder preguntas cuando “nadie decía nada”.

Publicar y decir eran cosas distintas.

Ahora, empieza a ser lo mismo. 

Aunque resulte igual.


viernes, diciembre 07, 2012

"El asalto del presente sobre el resto del tiempo"[primera variación comentada]

Aún no la ví... pero sugiere...
(y por eso, como a ti, quizás la vea nunca).

El asalto de la imaginación sobre el resto del tiempo.
La coordinación de las causas como [remeros encadenados a una galera].
                                                                   --> [galeotes]
Los hechos [como otra de las proyecciones] de lo que se fue sin venir.
                     -->[inconclusos]
La [única] realidad que forma la nube.
     --> [múltiple]
La interpretación [múltiple] que le da sentido.
                                  -->[]

La expansión del espacio por la débil gravedad que postulo.
El sueño que [temo] recordar
                         -->[quemo al]
en su vigilia más triste.

El asalto del futuro en lo que [fue] pasado:
                                                        -->[será]
cómo pueda alterarlo,
cómo me asusta.



Se nos gustó con la retama

Inconcluí en ti esta mañana.

Como rescatar el sol con dos palabras.

O algo parecido a torcer entrañas.

O rescatar la sal con la retama.

O ser en blanco todas las letras
sobre un cielo repleto de nubes blancas;
desaparecer en negro sobre la nieve,
resucitar a un vivo cuando lo matas.

O todos lo perdido en este versos.

O algo tan añado como mi calma.


De lavanderías y de espermas

Quizá algo en alguien se asemeje al fondo del oceáno.
Quizás este silencio sea que te moriste si decirme a dónde ibas.
Y yo era un robot con corazón argentino por parte del primo hermano bastardo de mi padre.
Pero cuando sueño y me despierto con toda la extinción del mundo,
compruebo que eyaculé ceniza.

Y cómo me cuesta lavar esas sábanas
(la última frontera -sin bandera- de mi patria)

La borrachera me impele a Ángel González (y luego a César Vallejo, cuando muera en París con aguacero)

No llego a distinguir el punto en el que el tiempo es presente para distinguirse del futuro o del pasado. Hoy, recuerdo lo que soñé mañana, en la esquina del poema que afirma que no tendrá ayer su día, o que me apuñalará un tiempo cóncavo en la espalda. O seré, sencillamente, un "se me olvidó que te olvidé" en la "áspera corteza de los mundos meridianos".

Todo esto es homenaje ya a ceniza. O menaje para decorar  tu tumba.
Tranquilo, no me denunciarán tus deudos por el plagio:
se les importa un pito, como a Girondo el tacto de durazno o de papel de lija.

O me olvidé-aste de lo que carece de importancia
y que perdura con empecinada inexistencia.

Proclamo la bisestez de cuatro años

24  cuatro horas al día.
365 días al año.
Cada cuatro años queda un día.
24 horas es más que un día completo.

 Y un día entero es mucho más que muchos años.

Luego lo leerás

Perderse en el reflejo del ángulo agudo de tus sienes.
Desprenderse del abrazo por la caducidad de la naftalina:
que hagan las polillas su justicia
con sus mandíbulas  podadoras de hilos y de vidas.

¿Acaso no es la vida un ovillo inextricable de los hilos
que creímos habitar?

No, la vida es un momento...
el que se fue
mientras has leído.

Obscura unicidad en el barranco

A veces descubro al tiempo
como un pozo de sangre.

A veces describo al tiempo
como un pozo de ausencia.

Alguna vez lo construí
como un pozo de dicha.

Pero es él quien me descubre;
pero es él quien me describe;
pero es él quien me construye
como una ladera de adioses
que se nutre  del abismo del barranco
en el que no concluyen
ni una vez...

Ni nunca otras.

domingo, diciembre 02, 2012

De estrellas y dilucidaciones

Dilucido que se pierde el espejismo.
Dilucido también que ya me he hurto
en el inverso del sentido de la bruma
[encadeno silogismos, a ver cuándo te cansas]
que niega con su reflejo transparencia
a lo que ha de ser opaco post sentido
cuando la vista se bloquea
por un dieléctrico transparente
a  los rayos gamma
pero que transpira
por los inciertos poros de la angustia.

[Me acojo -por la izquierda-
a una estrella de neutrones]

Piano 2 de rachmanivoff

Desprenderse del ritmo veintitrés segundos
"Recojer" todos lo "bersos"que nos faltan,
-ni sé cómo se escribe a "Rachmaniff-ov"-
o suplir el alma con las manos
que persiguen a las teclas perfundidas
-manazas ¿cómo has crecido tanto?-
acromegálico suburbio de mi infancia:
sin saberte de memoria no cabía el romanticismo.
...
[dejemos que la música nos "Volga"]
...
(Minuto dos y veinte) vas y aún pervives.
Inmisericorde cabrón ¡qué bién te sienta
que aún te sigamos escuchando!
suenan las tubas.....
y el piano no alcanza a alcanzarnos....
fuga y subterfugio,
serpenteo en el repique,
ensanche, dislumación,
y otros inventos,
y casi me canso de escucharte
mientras estás en Broadway,
pero tiro para atrás....
al retenerte cuatro minutos.
...
cabrón hijo de puta
pero al minuto seis y cincuenta
aquí volveś a estar...
 ...
y vas perdiendo...
la nostalgia del principio se reafirma,
en suburbios de las trompas
y un retrógrado refugio
se diluye entre la precisión y el miedo
mientras la calma se nos cansa.
Cansada por cansancio
se ralenteniza
mientras la tubas ya no sirven
ni convence,
ni el crescendo...


Y gana lo tercero..




Permitidme -simplemente-

que os sorprenda
-al sorprenderme-
que la lectura
aún me sirve de consuelo.