En los momentos de desamparo, cuando la realidad se convierte en pesadilla, todos buscamos motivos racionales para sobrellevarla, pero raramente se encuentran. Por ello, cualquier acto que nos procure la sensación de que nuestra angustia está justificada y consiga sublimarla es lícito.
Aunque sea ilusorio.
Aunque sea nada
En realidad lamentaría no leer lo que casi no he escrito.
Sesgados el pulso y sus condenas,
segadas la corola y su ambrosía,
engranados uno a uno a dentelladas,
desmultiplicado el cambio en cada diente
y de árbol en árbol
como el paisaje.
Un trasgu más, que me emblanquezca.
Carta del más allá (La mala educación, BSO), Alberto Iglesias
Chi è questa che vèn, ch'ogn'om la mira,
che fa di clarità l'aer tremare
e mena seco Amor, s' che parlare
null'omo pote, ma ciascun sospira?
¿Quién es ésta que viene y todos miran,
que hace temblar de claridad el aire
y Amor trae consigo y tal donaire
que los hombres se callan y suspiran? Guido Cavalcanti, traducido por Juan Gelman.
Una forma jardines con espinas.
O con gotas de lluvias y de soles
y brisa que se lleve sinsabores
y redima raíces con doctrinas.
Otra forma planetas con ruinas
con estrellas que mueren sin albores
y lunas que detienen girasoles
y mendigas que mueren en esquinas.
Ambas saben de mí lo innecesario
lo que me ha curtido con el roce
lo que hay en mí de carcelario
lo que no he expresado con el goce
lo que me convierte en temerario
lo que queda tirado en el desbroce.
Garuna, Alagyaz Armenak Shahmuradian
Entre el salir de la nada y volver a la nada, a veces, queda un poema de por medio. Otras, sólo queda.