domingo, abril 10, 2011

Otrángulo

No entiendo este rosario sobre este whisky de "falta"

Veo al sol tornarse naranja sobre la angosta línea de estos montes chatos. También puedo respirar por las narices sin abrir la boca (boquear) como un pescado exhausto. Ligero cambio fisiológico que deriva en que ahora me ponga a escribir y tenga la intención de contaos lo que aún no me ha pasado; esa certeza que traiciona tantas veces pero que tiene, como el mosquito que inyecta anticoagulantes, la intemperancia de la fluidez, la redención de lo inconstricto.

Así, en esta esquina de lo sucedido y creo conocer, tiendo las líneas de los sueños en perspectiva cónica de frente (quizá más tarde sea de ángulo) en el fin último de las líneas paralelas, en el principio que nace cada día cuando llego a ti en la forma del olvido: no lo sabes, pero hasta en tu olvido mantengo resonancia (soy esa sombra que no has visto, soy esta voz sobre estas palabras, soy tus ojos que las leen, soy los dientes que sirven de apoyo en tus oclusivas largas).

Soy, soy, soy... Demasiada prepotencia. Silencio tras silencio. Ni doy vida ni la quito, ni soy alba ni construyo las mañanas. Ni llego como el manto negro llega a la noche, ni soy redentor cuando me llaman.

Murió mucho varias veces.

Murió bien porque aprendió a mirarlas.


This nigth is for you and for me, Danny Norbury.
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