viernes, enero 08, 2010

Permanentemente transitorio

Noto cómo se acercan tus manos a mi cabeza; cómo la recogen. No me muevo. Sigo inclinado en el banco del parque donde te he estado esperando: sigo pensando, si puede llamarse así a este acto de amontonar ideas con sensaciones; temiéndolas. No quiero llegar a ninguna conclusión; hoy me atemorizan todas las conclusiones posibles. Hoy el dolor me causaría demasiada mella. Hoy querría huir de él; y eso no es bueno.
No debo pensar, hoy no debo -me insisto-; pero la decisión de no pensar ya implica de por sí un pensamiento, y debe desvanecerse, como se desvanece poco a poco la consciencia al abrazar el sueño; debe degradarse con la lentitud de lo que resulta imperceptible, aquellos cambios que, por lo ligeros, no son capaces de alterar el estado de nuestra memoria y que, de repente, se nos presentan como inauditos. La felicidad a largo plazo, si existe, debe manar del profundo conocimiento de lo efímero; de la completa asunción del desvanecimiento.
Mantener una relación es abrir una puerta a la decepción y al hastío, al dolor y a la inanición. Mantener una relación es anhelar sentirse despreciado o despreciar; es un acto estúpido, pero no llevarlo a cabo nos priva de lo volátil, de la improbable felicidad. Así, resulta imperioso vivir permanentemente de lo transitorio, dar peso a la levedad.


The border (l'emploi du temps, BSO), Jocelyn Pook.
Para descargar la canción
pulsad aquí con el botón derecho.

4 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

No saber
no pensar
solo sentir (te ;)

8/1/10, 15:52  
Blogger gaia07 dijo...

Tanto es así que hasta nuestro leve paso es transitorio, y pretender que un instante dure más allá de su tiempo sería congelar la vida.

Solo será feliz en una relación el que consiga transitar cada instante entre su desvanecimiento, y la insólita felicidad del siguiente instante.

Eres tremendamente bello querido amigo. A cada instante.

8/1/10, 21:28  
Blogger La paciente nº 24 dijo...

Inconcluso.

Precioso, como lo son los actos estúpidos.

9/1/10, 12:15  
Blogger ybris dijo...

Te siento raramente cercano en tus sensaciones.
Quizás sea por ese sentimiento de percibirse inmóvil, insensible, temeroso, con la mente en blanco, entre las dos aguas de la vigilia y el sueño que tan familiares me suelen ser.
O quizás por esa duda profunda entre mantener relaciones o mantenerse al pairo, entre la estupidez de lo dolorosamente estable o de lo fútilmente transitorio.
Habrá que seguir sintiéndose insensibles y vagando estables.
No tenemos remedio.

Un abrazo.

10/1/10, 4:55  

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