lunes, junio 23, 2008

Garra

Incómoda la esperanza
poco a poco
se adueña de la tarde
que se adentra en la ventana
con su perfil de sombras.

Aunque sé que es posible
atravesar la luz
sin dejar rastro,
hoy me fijo en mi dureza
-también la observo-
como una garra
se ancla en el cemento.

sábado, junio 21, 2008

Milagros y semáforos

Invertebrado en caracola
con aroma a mar
y tacto de semáforo,
me revierto
invierto
pervertido:
¿tipo de interés?
bah, no lo creo,
si tiene sólo tres colores.
-siempre tiene que hablar algún daltónico-

PS.- En Lourdes, alguna vez habló un mudo.
PS2.- Pero acabó ciego al celebrarlo.

miércoles, junio 18, 2008

Eco en unas letras

A veces creo que uno escribe para que el poema le devuelva un eco en otro tiempo.
Al presente le es tan imcomprensible la pérdida de sentimientos como su propia muerte.
La muerte siempre es la de los otros.
A menudo, más dolorosa.

De buceos y miradas

Una mirada:
una puerta a un mundo,
si sabes bucear en ella,
si quieren aceptarte.

lunes, junio 16, 2008

Vendaval

Lo que ayer parecía inmutable
hoy vuela víctima del viento.

viernes, junio 13, 2008

Laceraciones

¿Cuántas dagas puede soportar
un cuerpo lacerado?
-le pregunté a un viejo
en una fuente-

Olvídate del cuerpo,
es la mente,
la que mantiene al músculo
en los cortes.

jueves, junio 12, 2008

El libro del desasimiento (III)

Un hielo ardiendo
y un clavo congelado y quebradizo:
ésos son los pertrechos
del desasimiento.


      January Stars (fragmento),   George Winston

lunes, junio 09, 2008

De amenazas y epitafios

Amenaza la lluvia
pero, acaso,
sea la humedad
quien nos enturbia.

Hendidos los ojos
y vencidos
como la balanza
vence contra el peso:
ocaso de relojes
y de vientos,
alborada de amores
y estertores,
la fiebre campa
en los temores
y escampa la niebla
con la brisa.

Sea la escarcha
bienvenida,
mal hallado sea
el ritmo extemporáneo,
el furor de los frutos
y las iras,
uvas que alcohol
a tanto vino ha dado,
sangre en las venas,
rumor en las mañanas,
antiguas y negras
letras de epitafio.

viernes, junio 06, 2008

Cobaltos

Amaneceres de cobalto,
nubes intensas,
caminos transitados entre almas
y el filo de las horas sobre todo.

El peso del viento sobre el agua
y las olas su respuesta.

Todo se alía con tus pasos
si iluminas la mirada.

Palíndromos

Ché ¿qué querés que te diga?
¿que juguemos al fracaso?
ná, pa qué, en eso ya fui campeón.

¿Qué juguemos al rechazo?
ná, pa qué, en eso fui también campeón
(como sujeto paciente, obvio)

¿A darle la vuelta a "Dábale arroz a la zorra el abad"?
ché, pa qué, si se quedá igual:
es un jodido palíndromo.

Esdrújulo debiere ser el silencio,
en un perfecto futuro imperfecto...

... del subjuntivo,
obvio.

PS.- En mi calvario, yo invito a los clavos.

martes, junio 03, 2008

Contagiándose

Mis palabras tienen muchas vertientes,
no son mías mis palabras,
cómo no soy yo aquél que amas
ni mis dedos son mis dedos,
ni escamas
mis escamas.

Mis muelas si parecen mías
pero sólo es apariencia:
a veces te mastican
y puedo deglutirte,
a veces me trituran
y me tengo que escupir:
no soporto mi contagio en mi saliva
-ésa sí que es mía-


Mis lecturas
no son mías,
aunque a veces me contagian
como el plástico se contagia de leche
y los ojos se afinan en la niebla
contagiándose de blanco,
-como mi piel
de los dibujos de lluvia,
si pudiera mojarme,
si tuviera tiempo-



      Dva Lazarya,       Andrey Vinogradov

lunes, junio 02, 2008

Ósmosis completa

Debido a Ybris


Detener el tiempo,
congelarlo
con el virus de un segundo
que nos llena de vida,
que nos deja colmados,
extraer su savia
en dosis inyectables
que podamos usar
cuando el pasado
sea todo lo que quede por delante.

Alcanzar el azul
y traspasarlo,
como nos traspasa la consciencia
de ser uno en otro cuerpo
por el extraño principio
de la ósmosis completa:
en cada poro,
una sinapsis que une dos cerebros.