miércoles, agosto 20, 2008

Nada grave

A Ángel González,
en la publicación póstuma de “Nada grave”


Otro tiempo vendrá
peor que éste,
donde habitan cegadas las ventanas
por falta de cristal
y exceso de madera.

No diré que tuviste que haber contados otras historias,
ni que este día fue anticipadamente inútil:
mucho dolió,
y eso siempre forja.

Dejemos los violines
para cuando el alma quiera recibirlos,
dejemos, hoy, que la derrota
se apiade de los huesos
en los que te has convertido
y que yo reclamo en tus palabras.

Nada grave, porque no es grave la vida,
ha de ser ligero lo que tan poco dura.

Otro tiempo vendrá
porque éste ya no nos sustenta.


Ventana de una casa en ruinas en la Alfama, Lisboa



      Oihaneko Zuhainetan,   Alboka (con Marta Sebestyén)

2 Comments:

Blogger ybris dijo...

Aún no lo he leído pero te entiendo.
No puede ser demasiado grave la muerte cuando la vida es leve.
Pero serían de desear más los violines que el ronco son del dolor de los recuerdos.
A veces hay tiempos que no nos sustentan.
Nada grave en el fondo.

Un abrazo

21/8/08, 8:10  
Blogger Ego dijo...

Amo esa ventana.
Merece otro templo.
Lo merece, sin duda, mucho más que Apolo.
Un (b)eso...

23/8/08, 19:23  

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