viernes, abril 25, 2008

Familiaridad

Esta sensación no me es desconocida.
Le digo: pasa
y ella entra.

Y se hospeda en mí por largo rato.
Y me mira con sus ojos de perro.


Y no soy su dueño.

4 Comments:

Blogger Ego dijo...

No haré ofrendas en Atenas
si lo que esperas es a otro huesped,
un huesped que no sea tuyo, pero que tome tu casa por la fuerza
y te explique qué son los polinomios,
o por qué la Infanta Elena sigue inaugurando exposiciones de alto copete.
(B)esos

26/4/08, 0:59  
Blogger ybris dijo...

Así da gusto.
Entra porque quiere.
Se queda mientras quiere.
Y nadie la obliga.

Un abrazo.

26/4/08, 8:58  
Blogger Luzamarga dijo...

Yo sólo tengo ojos de gatamatos y días de perros. Cachis.

27/4/08, 1:16  
Blogger Cecilia Sainte-Naïve dijo...

y además
qué importa a quién le pertenezca si lo que ella quiere es quedarse contigo. y ladrarte.

27/4/08, 2:55  

Publicar un comentario

<< Home