Familiaridad
Esta sensación no me es desconocida.
Le digo: pasa
y ella entra.
Y se hospeda en mí por largo rato.
Y me mira con sus ojos de perro.
Y no soy su dueño.
Le digo: pasa
y ella entra.
Y se hospeda en mí por largo rato.
Y me mira con sus ojos de perro.
Y no soy su dueño.
4 Comments:
No haré ofrendas en Atenas
si lo que esperas es a otro huesped,
un huesped que no sea tuyo, pero que tome tu casa por la fuerza
y te explique qué son los polinomios,
o por qué la Infanta Elena sigue inaugurando exposiciones de alto copete.
(B)esos
Así da gusto.
Entra porque quiere.
Se queda mientras quiere.
Y nadie la obliga.
Un abrazo.
Yo sólo tengo ojos de gatamatos y días de perros. Cachis.
y además
qué importa a quién le pertenezca si lo que ella quiere es quedarse contigo. y ladrarte.
Publicar un comentario
<< Home