martes, marzo 25, 2008

De sinapsis y génesis

Dicen que el dios Arack dormía desde que el montículo primigenio se elevó sobre las aguas en el principio de los tiempos. En sus sueños se le aparecían mundos distintos junto con los versos que los construirían actuando como conjuros pero, uno tras otro, los dejaba escapar impronunciados.

Cuando consiguió soñar el mundo que deseaba, tres versos lo definían de forma absoluta. Los soñó varias veces para fijarlos en la memoria, y siempre quedaba deslumbrado. Entonces despertó satisfecho para pronunciarlos.

Es una pena que, hasta en los dioses, falle la sinapsis cuando se despiertan.




No siempre se puede observar un delfín anaranjado en el cielo.
Hay que aprovechar la oportunidad, aunque sólo se disponga de la cámara de un teléfono móvil.




Yüce Daglar (Partsin sarer ay sarer - Pinçilik), Suren   Asaduryan

3 Comments:

Blogger Unknown dijo...

Solo se ve con los ojos del corazón; tu mirada preciosa captó al delfín anaranjado.
In

25/3/08, 3:48  
Anonymous Anónimo dijo...

es el sueño de un dios y tú lo cazaste al mirarlo!
Tus palabras siempre me transmiten un sentimiento especial...besos!

25/3/08, 11:12  
Blogger Ego dijo...

Ojalá los delfines nos persigan en los sueños. Qué suerte haber atrapado uno, aunque efímero. Desde las ventanillas de los aviones incluso se le podía oír respirar.
Saludos de un día soleado

25/3/08, 13:39  

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