martes, enero 22, 2008

A setenta y ocho centímetros del suelo

Porque uno lee su dolor en todas las sonrisas
y en todos los llantos


Debido a
Cocò Masel


Pues no me tengas.

Y asume yemas sin púas ni caricias
y pieles que nunca sentirás como tuyas
ni aún volviendo ciega la epidermis,
y noches sin luciérnagas ni luna,
ni cansancio por sentir a bocajarro.

Y senos fríos con sostén de escarcha
y de silencio,
y olvida la vida etérea de Girondo:
confórmate con ser una vaca
y que te folle un ser terrestre
con la polla a setenta y ocho
centímetros del suelo.

5 Comments:

Blogger Insanity dijo...

Hola, Carz...Bueno, disculpa, pero me causó mucha gracias este post porque lo primero que se me ocurrió cuando leía el final, es lo siqguiente: "Una vaca necsita un vaco?"
(Ay, perdona, es que no lo puedo evitar, ven, ríete conmigo :))

23/1/08, 0:45  
Blogger Insanity dijo...

(Errores: me causó mucha "gracia";
cuando "leí"; lo "siguiente"; una vaca "necesita". Vaco, es tal cual escribí ;)

23/1/08, 0:49  
Anonymous Anónimo dijo...

ja,ja,ja...

23/1/08, 5:04  
Anonymous Anónimo dijo...

Igual ya no quiere follar

23/1/08, 7:13  
Blogger Laura Escuela dijo...

me recordó al de girondo:

Que los ruidos te perforen los dientes,
como una lima de dentista,
y la memoria se te llene de herrumbre,
de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros,
una pata de araña;
que sólo puedas alimentarte de barajas usadas
y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,
al espesor de tu retrato.
...

Pero me gustó mucho ese principio: Pues no me tengas. Te conformas con eso y te fastidias, o te jodes, como quieras. Tú eliges, y te vas "pal hinojo".
En fin, un poema estupendo

23/1/08, 9:44  

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