domingo, septiembre 30, 2007

De cadenas e histriones.

Los deseos de nuestra vida forman una cadena
cuyos eslabones son las esperanzas.
Lucio Anneo Séneca


Y, sin embargo, estas cadenas de esperanzas no me pesan, ni me lastran. Al contrario, son el aliciente que me lleva de tus manos a tus manos, aunque ahora tenga que reinventarlas en su calor y su tacto cuando me asalta la sensación de que te has ido, cuando regresan los perros ladrando fieros y que, por unos momentos, siembran en mí el temor hasta que consigo sobreponerme. Y, mientras lo siga consiguiendo, todos los azares parecerán tener un significado preciso, parecerán pertenecer a un orden que transciende la realidad a la que estamos acostumbrados, que posterga las verdaderas emociones a un plano de irrealidades y sueños como en una tragedia clásica en las que nos convertimos en histriones zaheridos por la fatalidad.
La fatalidad salobre de las lágrimas enfrentada a la experiencia en bruto del deseo que compartí contigo, ese cordón umbilical que siempre nos pareció indestructible y que tal vez lo acabe siendo.

5 Comments:

Blogger ybris dijo...

Cala el amor hasta lo más profundo.
Desde el pasado y sus recuerdos al futuro y sus esperanzas.
Y es que uno siempre cree que nadie que fue amado se ha ido.
Algo hay que nos lleva de sus manos a sus manos.

Un abrazo

30/9/07, 7:06  
Blogger Chalá perdía dijo...

Tu sabrás disculparme si te hablo desde una frivolidad que es sólo aparente. Una se sonríe ante sentimientos que entiende como los propios en los que no hubo amor ni dolor más grande. Parecemos incomprendidos y desamparados.
Una vez vi a un hombre gritando a un agujero hecho en un árbol y me conmovió tan profundamente que pregunté al destino y me lo contó todo: no son cordones umbilicales los que traspasan lágrimas, sino cadenas herrumbrosas y enfermas (de amor). Le trasmito esperanzas porque después he visto mucha luz...pero en otros ojos. Vendrán pronto.

30/9/07, 11:37  
Blogger Carz dijo...

Sé de lo que hablas María Manuela. Lo sé porque también lo he vivido, pero en esta situación se dan circunstancias muy especiales y comprendo que, desconociéndolas, intentes animarme recordándome que existe el futuro.

Si yo viera desde fuera lo que veo desde dentro, sería de tu opinión. Si viera otros amores pasados y no viera éste, sería de tu opinión.

Pero viendo lo que veo, sintiendo lo que siento y sabiendo lo que sé, no puedo por más que seguir escribiendo lo que escribo.

Un abrazo.

30/9/07, 12:34  
Blogger UMA dijo...

Me asombro de la liviandad con la que se juzgan los sentimientos ajenos...
Me sigo asombrando del ahìnco con el que se asevera que lo que el otro sufre o siente pasarà simplemente porque aparecerà màgicamente alguien que traerà olvido...si, frìvolo.
Me quedo con tus aseveraciones: "...estas cadenas de esperanzas no me pesan, ni me lastran...son el aliciente que me lleva de tus manos a tus manos."

Si no supiera de què hablo yo si me llamarìa a respetuoso silencio.
Besos, de esos que acarician y peinan las penas.

Pd: Recordaba: "...prendidas las miradas
soñamos el tiempo en un instante:
pervivimos más allá de cualquier fecha
y venimos del principio más antiguo:
persisten en este amor todos los amores
y será simiente en el futuro."

30/9/07, 17:13  
Blogger Leuma dijo...

No sé si ese cordón umbilical llegará a ser indestructible o no pero de momento está resistiendo muy bien,imagino que incluso si lo cortaran quedaría un nuevo ombligo como huella imborrable. Un beso grande, a ambos, :).

30/9/07, 23:21  

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