domingo, mayo 13, 2007

Los Huicholes

"Hay quienes tenemos alguna enfermedad física, del alma o del corazón o simplemente no hemos podido encontrar nuestra vida. En este desierto viviente y mágico, confín del mundo, el Venado Azul se nos revelará para encontrar nuestra vida, él nos enseñará, él será nuestra medicina"
Fragmento del rito místico de los Huicholes.


Busco en mi interior la comprensión de porqué dos personas pueden llegar a un grado de interrelación tan alto. Intento la introspección que me explique, o al menos me motive, el porqué de esta imbricación emocional profunda. Pero todo me lleva al campo de la magia, del conocimiento del mundo desde una perspectiva ancestral, desde la simplicidad de los elementos primigenios, desde la sabiduría atávica del chamán.
Ahora me gustaría convivir un tiempo con los huicholes, aprender de ellos, de sus ancianos, la forma adecuada de que el peyote me venga a iluminar lo que ahora me resulta incomprensible: el porqué llegamos a conocernos vos y yo, el porqué nos hemos sentido unidos desde la más abisal de las profundidades hasta la altura de rozar el cielo con nuestra piel compartida sin más que la presencia del continuo que nos une.
Busco la razón de porqué puede suceder esto y, al final, sólo quede entre nosotros el frío de un manto de nieve en el desierto.
¿Acaso para que puedan florecer sus flores alimentadas por nuestras cenizas, por nuestras lágrimas?


Llamada de la tierra sagrada, R.C. Nakai

1 Comments:

Blogger ybris dijo...

Es un misterio, ciertamente, la mutua interrelación de quienes se aman.
Quizás haya que recurrir a la magia o a la iluminación para comprenderlo.
Pero a veces es todo más sencillo: se siente y es esa sensación la que nos revela ese misterio.

Abrazos.

13/5/07, 7:31  

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