De visiones y miedos

Y recuerdo
la lluvia mansa, lenta, que araña los cristales
como yo araño tu piel,
de la misma manera que el tiempo nos araña
una vez descubierto
que también es hermoso amarse en la memoria
y en la complicidad.
Luís García Montero

Oculto el hilo cómplice,
emergiendo de nuevo los reproches
como cadáveres hinchados en la playa,
observo el naufragio de la vida.

Mas la respuesta queda en la memoria,
que me pone sus gafas de colores
para no perder el sentido del pasado:
donde sólo se alcanza a ver los adoquines
yo veo las personas que sobre ellos caminaron,
donde sólo se ve un acto erróneo
yo veo el germen de la vida,
donde sólo ven una máscara de oro
yo veo la esencia de un orden el caos.

Déjenme conmigo mis visiones,
mis miedos, mis sueños, mis dolores,
son míos y pertenecen a mi sangre,
y aunque sea poco
es todo lo que tengo
-ya vendrán de nuevo el ansia y la locura
y disfrutaré con un aliento nuevo-

No quieran ver en mí lo que no veo.