martes, octubre 24, 2006

Liopleurodón

Yo le tenía miedo. No sabía
que un delgado cuchillo entra en la carne
sin despertar la piel. Como entra el frío.
Como una piedra agujerea el agua.

José María Fonollosa.


Transmutó mi semen
en una pluma
y una racha de viento lo convirtió en gaviota

                -voraz sangre de amapola
                inyectada en venas indefensas-


Quise ser cartílago de ola
mecido en un vaivén pulsante:
acabé siendo un minúsculo parásito.
¿Qué, si no, pude ser en este tiempo
de voraces y míseros escualos,
estultos esclavos de un genoma enfermo?

Derrotado liopleurodón titánico:
palpitas en un resto de mi sangre.
Sanaré nuestras heridas para seguir nadando
sin varamientos ni costas
en un intento ingenuo
de devorarlo todo.

6 Comments:

Blogger Carz dijo...

La ingenuidad quizás sea el mejor cimiento para las grandes pasiones y sus infiernos aparejados.
Y dejo las cicatrices sencillamente porque no puedo evitar eliminarlas, me gustaría que sólo lo hermoso perdurase en mi memoria, pero como escribí hace tiempo

Cantera

Si para que tu me hayas amado
tengo que sufrir lo que me espera,
si por amar de esta manera
he de soportar un llanto soterrado.

Si por sentirme ahora abandonado
fue preciso llegar hasta tu acera
tengo por bien ganada esta hoguera
tengo por bien quemado lo quemado.

Porque para fumar la adormidera
es preferible sentirse derrotado.
Porque no se puede ser cantera

sin que a golpes te hayan horadado.
Porque para que un árbol sea madera
es preciso que se haya deshojado.


Sigo nadando por la misma razón que todos: nos va la muerte en ello.

Y sí, te equivocaste bien, indah es una buena escritora.

Gracias por tu visita.
Un beso.

¿5 5 5 = 1+4 5 5 (las 14:55)?

25/10/06, 1:39  
Blogger ybris dijo...

Que nunca nos falte la ingenuidad suficiente para no cejar en el intento de devorarlo todo.
Que la derrota no se mide contando éxitos sino pesándolos.

Un abrazo.

25/10/06, 5:37  
Blogger Carz dijo...

Que no nos falte nunca, Ybris.
Ni la capacidad para comprender y asumir lo que creemos injusto para con nosotros pero que parece justo a quien nos lo hace, sobre todo si es alguien amado.

Un abrazo

25/10/06, 18:53  
Blogger Simplemente Olimpia. dijo...

la Inocencia...merecería una disertación hablar de ella.
Justo? por favor!!!Me quieres decir que por amar pagamos el precio inequivoco del sufrimiento?
En tu poema hablas del paso del deseo al hecho, (sino me equivoco) un trecho que obliga necesariamente al laceramiento mental?, quizá...no todo/as estan preparados para tal odisea...pero que lleve implicito el fustigamiento? discrepo...ser consecuente no significa ser masoquista.
Prefiero la ingenuidad, sin cautelas...
Olimpia.

30/10/06, 15:18  
Blogger Simplemente Olimpia. dijo...

Por cierto!, permutar te hace acaso más vulnerable?
es que parece que con tu semen escribes con más tíbieza que con tu sangre...
Olimpia.

30/10/06, 15:20  
Blogger Carz dijo...

La pretensión es libre y el amor, a veces, se sabe de antemano que causará dolor. Otra veces no se sabe y puede hasta no causarlo.
Yo sabía del dolor que vendría, pero lo acepté de buen grado. Ahora hay que hacer frente a las consecuencias, sólo eso.

Baldío es el semen arrojado en su ausencia, aunque sea placentero, y no porque fuera a engendrar, sino porque me gustaba que fuera era ella su destino.
No soy consciente de escribir a distinta temperatura con mi semen o con mi sangre.

Carz

31/10/06, 2:07  

Publicar un comentario

<< Home