jueves, octubre 26, 2006

Historias mínimas(*) I

Me dijo que pronto seríamos olvido, que no esperaba nada de mí salvo una conversación elocuente. Acto seguido me preguntó:
  • ¿Tú que esperas de mí?
  • Todo -le dije.
  • ¿No será demasiado?
  • Seguramente, pero ….
  • No coartes las palabras, deja que fluyan, no nos conocemos, nada transcenderá estas cuatro paredes –me interrumpió.
  • ¿Es un pacto? ¿No dijiste que nada de pactos?
  • Es una promesa por mi parte. Tú eres libre de pregonar lo que quieras, sea verdad o mentira.
  • No quiero promesas, no las necesito y tampoco quiero hacerlas. Que cada cual haga lo que quiera. Esto sí es un pacto.
  • ¡Já!, ese pacto es el único que estoy dispuesta a aceptar.
  • Es más difícil de lo que parece. Piénsalo. Nunca seremos capaces de cumplirlo.



* Título de una excelente película de Carlos Sorin

4 Comments:

Blogger ybris dijo...

Entiendo que es mucho mejor la promesa que el pacto, pero cuando no se quieren promesas un pacto puede el principio de la comunicación fecunda.
Por supuesto que es muy difícil de cumplir cuando se espera todo de la otra parte.
Y cuando hacer lo que cada uno quiera implica querer profundamente.

Un abrazo.

27/10/06, 4:58  
Blogger Carz dijo...

Normalmente uno empieza una relación, incluida la de la amistad, guardando las formas, manteniendo unas barreras emocionales y sociales. Pero, a veces, esas barreras se diluyen rápida y naturalmente por ambas partes: ésas son las relaciones que perduran intemporalmente, sin pactos, sin promesas.

Un abrazo.

27/10/06, 14:04  
Blogger Simplemente Olimpia. dijo...

En mi opinión debiste de titularlo como la "declaración de intenciones de quien quiere y no puede"...puesto que es más valiente el libre albedrio que limitarse por pactos.
Siempre he pensado (y he vivido y vivo)que las promesas se formulan con la disposición de romperse, sino por qué hacerlas?. Es preferible deambular con la voluntariedad y el deseo de la mano.
En mi opinión no hay belleza y mucho menos placer en los "condicionamientos". Y por supuesto no otorga quien calla, sino quien enfrenta su cobardía, sin esperar respuestas, ni espectativas.
Y sí, es cierto que Todo "caduca", incluso ese TODO que ansía quien esta dispuesto a entregar antes sin albricias ni dádivas envueltas en espera.
Supongo que es difícil de digerir, y más de asumir...para quien ha vivido siempre recibiendo y mirandose el ombligo.
Pero....nunca es demasiado, ni siquiera el tiempo lo es.
Capaz...siempre Olimpia.
P.D; deseando que no te atragantes.

30/10/06, 15:50  
Blogger Carz dijo...

El título es el que tiene, las promesas procuro evitarlas, me gusta que critiques sin tapujos y que seas directa, es una virtud.
Y el placer, a veces, radica en los condicionamientos (que harían lo masoquistas sin condicionamientos, y no les negarás el derecho al placer,supongo).

A menudo la caducidad temporal de algo lo hace transcendente, lo elevaa un nivel de percepción y cognición muy superiores a lo cotidiano.

Y no se me atraganta, tranquila, al contrario me divierte. Al leerte me has arrancado una sonrisa.

Obrigado,

Carz

31/10/06, 2:47  

Publicar un comentario

<< Home