Rumbos y derrotas
Quisiera ser flexible como un junco,
ceder al viento sin quebrarme
volviendo a erguirme cuando amaine.
Modelar tus formas cimbreante
y adaptarme al contorno de tus ansias.
Pero he marcado un rumbo
-espero que no sólo una derrota-
que transforme
-más allá de mi paisaje-
mi lugar en el mundo
y sus fronteras.
El camino marcado
me lleva hacia mí mismo,
a intentar asumir mi yo con todos sus problemas.
Alcanzada esta meta
buscaré nuestro destino
que prevalecerá más allá de todas tus mareas.
ceder al viento sin quebrarme
volviendo a erguirme cuando amaine.
Modelar tus formas cimbreante
y adaptarme al contorno de tus ansias.
Pero he marcado un rumbo
-espero que no sólo una derrota-
que transforme
-más allá de mi paisaje-
mi lugar en el mundo
y sus fronteras.
El camino marcado
me lleva hacia mí mismo,
a intentar asumir mi yo con todos sus problemas.
Alcanzada esta meta
buscaré nuestro destino
que prevalecerá más allá de todas tus mareas.
enviado por Carz 2:07 a. m.
5 Comments:
¡Carz!
(Exclamación de saludo con sonrisa)
"el camino marcado me lleva hacia mí mismo": quizá sea imprescindible recorrerlo para partir desde ahí a tu deseada interpersonalidad en el amor.
Buen viaje.
Yo creo que a veces lo eres,
que sabes erguirte hasta sonriendo...
que ya sabes moldearte a tu propio
contorno, que no es màs que el
de la piel ilimitada.
A mi me acompaña esa sensaciòn
de renovado afàn autodidacta,
serè testigo de este camino
con declarada meta que no me sabe a derrota, existe una emocionante posibilidad.
Yo dirìa "rumbos" y atenciòn al faro:) bonita fotografìa.
Un abrazo y pocas palabras.
Ninguna.
Hola Quantum,
Sí, creo que asumir las limitaciones de uno es el primer paso para poder superarlas, luego el afán hará el resto.
Frecuentemente, para alcanzar la cumbre, hay que evitar el repecho y seguir las sinuosas sendas del destino sin prisa pero sin pausa.
Yo también te deseo un buen viaje, vayas donde vayas.
¡Gracias!
(también con sonrisa)
Uma,
A veces sí consigo ser junco que se yergue con una sonrisa de afecto más allá de todos límites que nos imponemos (incluso sabiendo que no existe discontinuidad epidérmica).
Y permite que te diga que me gustaría que no sólo fueses testigo de ese camino sino compañera del mismo. De esa manera la meta sería en parte el camino.
Por lo que respecta al título, la derrota es también el rumbo de una nave, ahí juego con ambos significados. La derrota que me lleve a tus costas será una victoria.
Cuando encuadré la foto intenté hacerlo con tus ojos, vos tenés mejor criterio que yo para los encuadres (entre otras cosas).
Un beso amordazado (sin palabras)
El junco es como un canto al viento.
Y también una victoria sobre él.
Buena metáfora para aplicar al amor o ala vida:
un rumbo sin derrota que, a partir de lo que somos, nos transporte a un mundo más amable sin fronteras.
Un abrazo.
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