sábado, julio 15, 2006

Venlafaxina

Tanto la venlafaxina como su metabolito activo O-desmetilvenlafaxina (ODV) son potentes inhibidores de la recaptación neuronal de serotonina y norepinefrina y débiles de la recaptación de dopamina.

Si he entendido bien, mi cerebro presenta demasiada eficiencia en la recaptación de la serotonina, lo que provoca niveles anormalmente bajos de este neurotranmisor y, consecuentemente, conduce a tener una visión negativa tanto del entorno como de uno mismo.

He de reconocer que yo era contrario a tomar ningún tipo de droga para salir de un estado depresivo, hasta que el psiquiatra me hizo una sencilla pregunta:“¿si fueras diabético, tampoco usarías insulina?”.

Esa pregunta me hizo darme cuenta de que mi estado depresivo era producto de un defecto genético desencadenado por una serie de factores coadyuvantes. Si bien ya había padecido en otras ocasiones este tipo de postración, esta vez cobró unas dimensiones que me inhabilitaban para la vida cotidiana, lo que me hizo acudir al psiquiatra pero con la intención de recibir sólo psicoterapia. En ese momento me planteó lo anterior.

Asusta darse cuenta de lo débil que resulta lo que llamamos consciencia, cómo nos limitamos a complejas reacciones bioquímicas, cómo este amor que siento no es más que la respuesta bioquímica a un estímulo bioquímico, cómo los estados de ánimo son tan maleables y nos pertenecen, en el fondo, tan poco.

Desencadenantes irracionales de efectos irracionales profundamente intrincados en el cerebro y que afectan tanto al comportamiento como a la relación interpersonal…

Y ante esta desazón y zozobra sólo concibo un faro: la firmeza del amor más allá de todos los incendios y todas las cenizas. Sí, amor, me refiero a este amor nuestro.



Nota del fotógrafo: Este señor estaba embelesado escuchando un acordeón diatónico, pero estoy convencido de que el grado de extásis que presentaba se debía más algún tipo de alteración de la percepción que a la verdadera valía de la música.

7 Comments:

Blogger indah dijo...

Así que asusta darse cuenta de lo débil que resulta eso que llamamos consciencia, y darse cuenta de que no somos más que el resultado de un número de complejas reacciones bioquímicas. Comprendo. Entonces, me surge una duda, bueno, varias, pero una producto de la lectura de tu texto, si el amor que sentimos (hmm... bueno, me refiero al de cada uno, no me refiero a "nosotros" :) no es más que la respuesta bioquímica a un estímulo bioquímico complejo, ¿cómo lograremos darle firmeza más allá de todos los incencios y todas las cenizas?

Bello deseo, pero si mantenemos como hipótesis de trabajo lo ya citado, es irrealizable, ya que según me ha parecido entender, nuestro control sobre los sentimientos es mínimo.

No sé si alegrarme de no estar de acuerdo. ¡Qué bobada!, desde luego que me alegro :))

15/7/06, 13:40  
Blogger Carz dijo...

Si que asusta. Pero en todo intento de proceso cognitivo es necesario un salto al vacío para escapar del solipsismo. Unos lo dan en la creencia en un ser transcendente, otros en el empirismo, y yo lo doy en la firme creencia en el amor, al que le atribuyo una esencia metafísica que transciende el solipsismo.
La ventaja de este salto es que si estoy equivocado, si el solipsismo es la unica realidad, por lo menos la embellece.

Un abrazo.

15/7/06, 14:31  
Blogger quantum dijo...

En el cerbro, efectivamente, se dan todo tipo de reacciones bioquímicas.Pero lo que hace al cerebro mente, lo que le hace consciencia, ningún científico lo sabe de verdad.
Tú sabes, Carz,que el amor es la fuerza. El amor con química y a la vez con alma.

16/7/06, 1:47  
Blogger quantum dijo...

Donde escribo cerbro quiero decir cerebro, claro. He aquí la venganza de lo puramente fisiológico, que ha hecho fallar mis neuronas. Pero yo sigo en mis trece.

16/7/06, 1:53  
Blogger Carz dijo...

Parafraseando a Hume

"puede que su pecho no exista, que no sea más que imaginación mía, pero no concibo otro lugar más bello en el que perderme"

Quizás la sublimación de los mecanismos sea la verdadera esencia de lo humano.

16/7/06, 2:28  
Blogger UMA dijo...

Habrà que superar posiciones filosòficas
cuando se trata de amor.
Si vamos a ser serios seàmoslo,
si vamos a escribir poesìa, hagàmoslo.
Pero si intentamos resumir un amor
a un nivel intelectual
estamos fritos;)
Materializar en fòrmulas
las innumerables cuestiones de la vida,
buscarle explicaciòn a cosas estarìa muy bien
solo si no sabemos bien de que estamos hablando...
-quizà sea sòlo parte de la zozobra.-

Creo que lo sabes muy bien
hay cosas que difìcilmente puedan basarse
en razonamientos intelectuales,
es màs, creo que degradan las cuestiones
de las que se hablan.
Lo que vemos es lo que somos.
Nunca creì que regresarìas
al proceso cognitivo,
pensè que lo habìamos trascendido.

En cuanto a la nota del excelente fotògrafo dirìa que lamentablemente no hay nada mas menguado que presuponer la actitud del otro,
cae en el grave error de presuponer su actitud,
segundo que incluso presuponiendo acertadamente una cosa no excluye a la otra.
No hubiese rescatado esa bella mirada -de seguro- si lo hallaba contemplando la caìda de un amor.

Hay un archivo exe que seguramente te harà pensar que has dicho demasiadas cosas ya.

Te dejo mis besos que tambièn son reales, tan reales como mi pecho que todos los dìas y las noches te han albergado
tal como lo suponìamos, tal como lo hemos materializado,
y no son pasado y no entraràn nunca en meras palabras, ni en ningùn discurso.

Hay una frase que siempre repito, lo sabes:
"no hay que tirar perlas a los cerdos"...

abràzame.

16/7/06, 4:40  
Blogger Carz dijo...

De continuo busco tu pecho para perderme en él y no creo que estemos ante un amor en caída, al contrario, estamos ante un amor que se afianza.

Te abrazo, ya sabes, ese abrazo es una sensación en bruto que todo lo abarca y atempera, bien lo sabemos.

16/7/06, 14:35  

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